Realmente se ven verdaderas obras de arte hechas con sandía y la verdad es que es una manualidad muy diverdita para hacer en verano. Os animo a que la probéis!
Sólo necesitáis:
- Una sandía entera (del tamaño que os apetezca hacer el farolillo, si lo queréis pequeño deberéis pedirlo con antelación en la frutería).
- Una cuchara (para vacíar el interior)
- Cuter o herramientas varias para rascar la piel
- Una velita pequeña
- Una cuerda
Éste es el farolillo que hicimos el año pasado. Como veis yo pedí que me trajeran una sandía muy pequeñita, para que la pudiese llevar Alba...
Se corta la parte de arriba, que hará de tapa, se vacía el interior y se rasca en la piel los dibujos que queramos sin agujerear la pulpa. A través de ella se reflejará la luz de la velita que pondremos en el interior y quedará precioso.
En este caso los dibujos son como manda la tradición de Benicarló (tengo que preguntar el porqué de esos elementos...porque no sé su significado): Un sol, una luna, una estrella, una casita y una escalera...
Después se hacen tres agujeros en la tapa y tres en el farolillo, haciendo que coincidan, para pasar por ellos la cuerda con la que sostendremos el farolillo.
En mi farolillo cometí el error de hacerle unos círculos agujereando completamente la pulpa de la sandía... porque justo la noche del "Farolet" hacía un poquitín de viento y la velita del interior se apagaba constantemente.
Me encanta como quedan estos farolillos, y creo que puede quedar genial hacer varios y colgarlos en la terraza o en las ramas de un árbol para decorar una cenita con amigos en verano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario